El viernes pasado la Tierra ha temblado. Lo insólito es que ha sido en Buenos Aires, Argentina, en donde no ha habido algo similar desde 1888. La Tierra se hizo notar ante la presencia de los líderes del G20. ¿Qué es lo que nos quiso decir?
Tal vez, sólo tal vez, la Pachamama ha temblado de miedo, ante tanta destrucción y desamor que hay en ella. Miedo porque nosotros, los humanos, la estamos destruyendo. Y no nos importa, porque siempre podremos irnos a vivir a otro planeta, ¿verdad?
Por Iary Arroba
Bolsonaro: una amenaza para la Amazonía
Jair Bolsonaro ganó las elecciones el pasado 28 de Octubre en Brasil. Una de las medidas que desea tomar es fusionar los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, lo cual afectará a la Amazonia. Marina Silva, la antigua Ministra de Medio Ambiente de Brasil, escribió en Twitter:
«La decisión de fusionar el Ministerio de medio ambiente con la agricultura será un triple desastre. Estamos inaugurando el trágico momento de la protección medioambiental igual a nada. Tampoco ha comenzado el gobierno Bolsonaro y el retroceso anunciado es incalculable.» -Marina Silva.
Bolsonaro ve a la Amazonia como una mercancía. Según The New York Times, Jair ‘ha prometido reducir la vigilancia de leyes ambientales, a las que califica de obstáculo al crecimiento económico, y ha dejado muy claras sus intenciones para la Amazonía. “Donde hay tierra indígena”, dijo en 2017, “hay riqueza debajo”.’
A partir de los datos de la Universidad de Maryland publicados en Global Forest Watch, la Amazonía ha perdido más de cuatro millones de hectáreas de cobertura desde el año 2006 hasta el 2017. Para hacerse a la idea de la gravedad, las hectáreas equivalen a un territorio mayor al de todo Nueva York o seis millones canchas de fútbol.
La minería, además de arrasar con los árboles, también afecta directamente a las tribus del lugar y a las especies que allí habitan. Debido a la erosión de las minas, el río se ha tornado marrón y los peces que quedan están contaminados con mercurio. Si se explotara toda la Amazonía, no solo morirían los indígenas que viven en esas tierras sino su fauna y con ellos también podríamos estar en riesgo nosotros.
The Weather Channel -portal de noticias sobre el tiempo- afirma que la selva amazónica contiene una quinta parte del agua dulce que se usa en todo el planeta. Su protección es la mejor defensa de la naturaleza contra el calentamiento global, porque sus árboles absorben dióxido de carbono.
La importancia de disminuir la temperatura ya se ha visto reflejada en el reporte de la ONU en el cual estiman que tenemos 12 años para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Imaginen que si se explota al pulmón de la Tierra simplemente para obtener dinero, la temperatura aumentará rápidamente.
«Sería necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyeran en 2030 alrededor de un 45% respecto de los niveles de 2010, y siguieran disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» para 2050.» –ONU.
Olvidar de dónde venimos
Más allá de la deforestación en la Amazonía, debe hablarse también de las tribus que habitan en la selva. Estas tribus, como la Munduruku, se ven directamente afectadas.
«Los indígenas han sido tratados como “obstáculos para el progreso” —o para el desarrollo— desde hace varios gobiernos, incluso los del Partido de los Trabajadores (PT). Porque, de hecho, los indígenas son “obstáculos”. Pero obstáculos para la destrucción de la Amazonia.» -El País.
Los indígenas tienen el derecho de vivir en sus tierras, viven aislados y no le hacen mal a nadie. Ellos son nuestros ancestros, estuvieron mucho antes que nosotros, por lo cual son dignos de respeto. Son seres humanos con los mismos derechos que nosotros, no tienen por qué ser obligados a vivir en la ciudad o cualquier otro lugar que ellos no deseen. Es como si se quisiera desalojar un pueblo entero de donde está y se le dice que debe mudarse, abandonar su hogar.
Todos somos ciudadanos de la Tierra
Me he encontrado con algunos comentarios en ciertos portales que han hablado sobre este mismo tema, la gente decía que por qué no se limitaban a preocuparse por sus respectivos países -ya que el portal que informaba la problemática no era Brasilero-. Por lo cual, me gustaría darles mi humilde opinión sobre esto y recordarles nuevamente algunas cosas.
El hecho de que exploten la selva amazónica, cualquier tierra o bosque, es y siempre será un tema que debería preocuparnos a todos los humanos. ¿Por qué? Simplemente porque vivimos en el mismo planeta y porque cuando las especies comiencen a extinguirse, no queden corales y por ende tampoco peces en las aguas, cuando todos los árboles hayan sido talados entonces ya no será suficiente con invertir en energías biodegradables.
En vez de preocuparnos por explorar Marte deberíamos preocuparnos primero por nuestro planeta, porque dudo mucho que podamos mudarnos de planeta de un día para el otro. Nadie parece ver la magnitud de este problema.
La plata es importante para subsistir, si no hay plata no hay comida y entonces no hay nada pero la comida nace de la Tierra y si no hay Tierra, díganme ustedes entonces qué hay. La idea de que el mundo se termine es irreal, fantasiosa pero probable y es por ello que es más fácil ignorar esta posibilidad, total ustedes ‘no verán como se destruye el mundo’. Lamento decepcionarlos pero yo ya lo estoy viendo, por eso es importante educar e informarse y no dar nada por sentado.
Una persona sola no puede cambiar el mundo, eso lo se, pero si todas las personas pensaran igual entonces nadie se animaría a intentarlo. No se si el mundo pero al menos podemos intentar salvar la Tierra, nuestro hogar. ¿Qué mejor manera de empezar salvando la Amazonía? ¿Qué mejor manera de empezar salvando el pulmón de la Tierra?
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