River: cuando las batallas internas no dan tregua

Por Marian Caramuti

“Púdrete, Mr. Magoo!”. Así empieza “River”, la serie inglesa que logra generar las emociones más dispares en sus espectadores. Fue creada por Abi Morgan, la creadora de grandes producciones como The Iron Lady y The Hour.

El insulto a Mr. Magoo hace referencia a la última frase que Jackie “Stevie” Stevenson -interpretada por Nicola Walker- dijo antes de ser asesinada tras una cita fallida con su colega, John River -encarnado por el sueco Stellan Skarsgård-, quien curiosamente es bastante parecido al verdadero Mr. Magoo. Tanto River como Stevie son policías y trabajan juntos desde hace años en la policía de Londres, y son entrañables amigos.

Skarsgård y Walker, los protagonistas de la serie.

John River es un inmigrante sueco con varios años de residencia en Inglaterra. Desde su país natal, la historia del personaje se desenvuelve en la serie a través de su mayor problema: las alucinaciones. En todos los episodios convive con visiones de personas muertas y del Inspector, un personaje salido de una novela que River leyó alguna vez, y que se convirtió en su peor demonio. Y esa batalla interna que reside dentro del detective no cesa nunca en toda la serie: esto va a empujarlo constantemente a decidir entre hacer el bien o hacer el mal, entre hallar claridad en la locura o abandonarse a  lo sombrío de ella.

Por otra parte, Jackie Stevenson es una mujer que al comienzo de la serie no se sabe muy bien de su pasado y de su presente hasta el día de su muerte. A medida que avanzan los episodios, River repasa la historia de Stevie y va construyendo y deconstruyendo una imagen de su colega con cada pista y con cada nuevo dato que encuentra acerca de su vida y su trabajo. Aun así, las peores cosas de la vida de Stevie se descubren con los episodios finales.

River y Stevie en una de las primeras escenas de la serie inglesa.

Para los amantes de las series policiales, esta producción de Netflix supera ampliamente a las clásicas como La Ley y el Orden y C.S.I. Combina lo mejor de la psicología de un policía con la de un lunático, y sabe dejarte con la proporción justa de intriga para continuar viendo un capítulo atrás de otro. Junto a John River, los espectadores podrán ver y reconstruir los hechos en la serie tal y como lo hace él, solo que sin las alucinaciones.